Simplemente fresar, mezclar y estabilizar.

Los modernos tractores tienen motores de potencia impresionante: Las máquinas se pueden usar hoy en día incluso para los trabajos de tierra más duros. Con la toma de fuerza trasera se puede accionar directamente una fresadora o estabilizador remolcada. Las ventajas de esta combinación están a la vista: el volumen de inversión es menor, el sistema es muy ligero y maniobrable, un tractor puede asumir también otras tareas en la obra, para obtener un alto grado de utilización durante todo el año.

Estabilizar suele ser, tanto desde el punto de vista económico como del ecológico, la opción más conveniente y, a veces, incluso la única que hay. La ley alemana de reciclaje de materiales (KrWG) establece que el suelo movido no debe trasladarse a otro lugar si hay posibilidad de reutilizarlo de nuevo en la propia obra. Al estabilizar un suelo con una resistencia insuficiente se evita tener que cambiarlo de lugar. En este proceso, se mezclan aglomerantes (con un procedimiento de mezclado en obra, "mix in place") con el material para extraerle la humedad, mejorando así su capacidad de compactación y resistencia. Un suelo sin la necesaria capacidad portante, al añadirle cemento, adquiere suficiente resistencia.

Sobre todo en las obras pequeñas, cada vez resulta más ventajosa la combinación de una cabeza tractora y una fresadora o estabilizador remolcados. Las unidades de fresadora y estabilizador son el complemento ideal para el parque móvil de las constructoras y los proveedores de servicio dedicados a los movimientos de tierra o a cambiar terrenos.