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En la localidad belga de Ostende, una futura zona industrial de 4.000 metros cuadrados requería la estabilización del terreno con cal. La empresa Verhelst Aannemingen estaba encargada de llevarlo a cabo. Esta empresa familiar radicada en Ostende utilizó por primera vez el estabilizador remolcable RS 300 de BOMAG.
Con el RS 300 se pueden alcanzar unos excelentes resultados de mezclado y hasta 50 cm de profundidad de fresado. El modelo más potente de BOMAG está diseñado para usarlo con tractores con potencias entre 300 y 450 CV y, con su ancho de trabajo de 2,5 m, resulta ideal para obras de mediana envergadura.
El balneario costero de Ostende era ya en la Edad Media una ciudad a orillas del mar y está situado en el extremo oriental de la isla de Testerep. Esta isla estaba separada de tierra firme por un canal natural. Con el transcurso del tiempo, este canal se colmató y Ostende pasó a integrarse por completo en el territorio continental. No es de extrañar, por lo tanto, que en esta obra al Este del casco urbano el nivel de agua se encuentre apenas por debajo de la superficie.
Quien comienza a construir algo aquí, tiene que enfrentarse casi siempre con un suelo profundo, pesado, húmedo y con una baja capacidad de carga. También para el área de nueva urbanización en la calle Rolbaanstraat había que mejorar primero el terreno subyacente a la obra. Para estabilizar el terreno se iba a utilizar cal.
La cal extrae humedad del suelo. Con la estabilización en el proceso de mezclado en la obra se puede mejorar considerablemente la capacidad portante, la aptitud de compactación y también la resistencia a las heladas del suelo. El terreno de la obra se procesa en el propio lugar (en latín, "in situ" y en inglés, "mix in place").
No hace entonces falta retirar o cambiar un suelo sin capacidad portante. Se ahorran los costes de transporte y eliminación que se generarían al cambiar el material. El añadido y mezcla de cal y el uso de las máquinas de BOMAG desarrolladas para la estabilización de suelos constituye por eso una alternativa especialmente conveniente desde el punto de vista económico para la mejora de terrenos de obra, no solo en las áreas industriales sino también en la construcción de carreteras y caminos.
En el polígono industrial de Ostende, el ligante se esparció primero con un esparcidor y luego se trabajó y mezcló con una combinación de un tractor de 350 CV y un estabilizador remolcable de BOMAG. Por cada metro cuadrado y con una profundidad de mezclado de 50 cm se realizó un aporte de 18 kg de cal, es decir, casi 72 toneladas en total.
El suelo mixto existente estaba sembrado de numerosos bloques de roca de 30 a 40 cm. Ningún problema para el RS 300, porque el estabilizador remolcable de BOMAG tiene un diseño muy robusto: Los patines deslizantes son especialmente gruesos y resistentes y la cámara de mezclado está revestida con placas de protección anti desgaste recambiables. Estas 18 placas tienen una dureza Brinell de 540. El material utilizado para hacer la cámara de mezclado no solo es extremadamente duro, sino también especialmente tenaz. Para evitar que se formen grietas en las placas antidesgaste, se emplean chapas de acero construidas de capas muy finas.
Además, entre el diámetro del tambor de fresado y la longitud del portapicas se ha elegido una relación óptima en el estabilizador remolcable RS 300. En Ostende, ninguna de las rocas más grandes se quedó atascada ni una vez entre el tambor de fresado y la caja de fresado. Un incidente de estas características hubiera podido ocasionar una larga parada técnica.
Y, a pesar de la gran cantidad de bloques rocosos que había en el suelo, en las dos jornadas de aplicación solo hubo que cambiar un único soporte doble. El motivo fue un pesado bloque de hormigón macizo que, desafortunadamente, yacía oculto en la tierra.
Para el equipo de Verhelst, el cambio de herramienta no fue ningún problema. El rotor se puede colocar en posición sin mucho esfuerzo, gracias a la posibilidad de giro con la manivela. El cambio de un soporte completo resulta entonces especialmente sencillo y no lleva mucho tiempo. El estabilizador remolcable RS 300 de BOMAG está equipado con un sistema de portapicas recambiables con picas dobles y extra grandes. La base del sistema de portapicas va atornillada. Cada componente se puede cambiar por eso rápidamente. La ventaja: intervalos de servicio muy cortos. La máquina vuelve a estar operativa rápidamente.
Con sus picas de fresado, especialmente grandes y duraderas – su vástago tiene un diámetro de 25 mm –, el RS 300 está perfectamente preparado para los terrenos pesados y difíciles, como el de Ostende.
Gracias a su forma y disposición inteligentes, las picas dobles son especialmente efectivas en los suelos cohesivos: El material se trocea primero y luego se mezcla especialmente bien. Después de dos pasadas nada más, ya se pudo lograr un patrón de mezclado muy homogéneo.
Los responsables de Verhelst quedaron gratamente sorprendidos y convencidos por la capacidad de rendimiento del estabilizador remolcable RS 300 de BOMAG.